COCONUCO: MÁS QUE AGUAS TERMALES

Cuando escuchamos Coconuco, inmediatamente la asociamos a las sitios Agua Hirviendo y Agua Tibia, el primero administrado por el Cabildo Indígena y el segundo por un particular, pero recorriendo la región nos encontramos que son muchos los atractivos para la práctica del ecoturismo.
Caminando sobre senderos acompañados por el ruido de las hojas secas con nuestras pisadas, el arrullo de las aguas que viajan raudas a encontrarse con el río Cauca y el cantar de pajarillos nos encontramos que hay muchas cascadas que adornan el Paisa, Calaguala, Chiliglos, Cobaló, la caída de agua hirviendo son algunas de las que existen esta región como no lo confirma Reyna Sauca, una de las integrantes del Cabildo. 

Pero hay más por ver, Ascendiendo por una carretera recientemente recuperada por la comunidad y luego caminando una media hora nos encontramos en medio de la vegetación propia del clima de páramo como una gran paila arrojando humo. Son los termales de Pozo azul, nombre que se le ha dado por el color del lodo que brota continuamente y que ahora es objeto de promoción por parte de las comunidades tradicionales. En ese mismo sector nos encontramos pozo blanco y una riqueza en el paisaje natural para disfrutar del descanso especialmente para quienes son amantes del sano esparcimiento. 
También muy cerca de la vereda San Bartolo podemos disfrutar de los hornos de purificación donde según Reyna se sana el cuerpo y el alma de los nativos coconucos pero que también están abiertos al público en general. Sería extenso seguir hablando de atractivos turísticos en tan poco espacio pero no está de más invitarlos a que hagan un recorrido por senderos ecológicos naturales y artificiales, pasar por la casa del duende y la duenda y disfrutar de las aguas en todas sus temperaturas desde muy helada hasta hirviendo... Nos encontraremos en esta columna nuevamente para hablar de cultura de la comunidad de Coconuco.

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